Indiscutiblemente la educación no es ajena al desarrollo vertiginoso de las TIC. Los “nativos digitales” con quienes compartimos el día a día en nuestros hogares y en las aulas de las Instituciones educativas en las que trabajamos, con su interacción natural con la tecnología nos hacen una invitación directa a participar activamente en ese mundo digital que hace parte de la vida, de su cotidianidad. Esta invitación nos permite ser conscientes de sus particularidades, de sus características, de sus necesidades e intereses, generando nuevas dinámicas en las relaciones interpersonales, en las formas de aprender, de acceder a la información y al conocimiento, incluso en la forma en que evolucionamos los seres humanos.
Lo anterior nos lleva a hacer una reflexión sobre los modelos de educación existentes, que en algunos casos están totalmente divorciados de la realidad y de esos seres de carne y hueso a quienes tenemos la hermosa misión de educar ya sea como Padres, Maestros o cuidadores; por ende surgen interrogantes muy puntuales a los que es urgente buscarles las respuestas y las estrategias de acción. Estos interrogantes pueden ser:
- ¿Realmente la educación que ofrecemos hoy a nuestros nativos digitales los está preparando para los desafíos acelerados, constantes, desconcertantes que ofrecen las TIC?
- ¿esta educación que les brindamos, les está aportando los elementos y las herramientas necesarias para manejar, procesar, clasificar y analizar la cantidad exorbitante de información a la que tienen acceso?
- ¿Hasta qué punto somos los docentes inmigrantes digitales, conscientes de la inmensa responsabilidad que nos atañe en el cambio significativo que debe generarse en nuestras practicas pedagógicas dentro y fuera de la escuela para responder a un mundo en el que las TIC están presentes en casi todos los ámbitos de la vida?
- ¿El enfoque, los recursos, las estrategias con que educamos a nuestros nativos digitales, están realmente ayudando a cerrar la brecha digital generada por las TIC?
Así pues, es urgente e importante que nosotros como docentes inmigrantes digitales integremos el mundo de la vida con sus adelantos tecnológicos en el manejo de la comunicación y la información al espacio de la educación y hagamos los ajustes necesarios para responder apropiadamente a las necesidades e intereses de nuestros compañeros de aventura en las aulas.
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